Policiaca
Continúan pesquisas por el caso Jibraham
OMAR VÁZQUEZ VALENCIA
Minatitlán. Peritos especializados en materia de incendios, hicieron presencia la mañana de ayer en la vivienda de la familia Díaz Toscano, mientras que el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, confirmaba la teoría en el sentido que Jibraham Farid Díaz Rivera, asfixió a su esposa Gretel Toscano Ruiseñor, para después prender fuego al colchón de la recamara que compartían, lo que derivó en la intoxicación y deceso del hijo de ambos de un año y dos meses de vida.
Bajo hermetismo es como personal adscrito a la Fiscalía General del Estado (FGE), ingresó al hogar de la calle Manuel Peña, casi esquina con Jorge H. Acosta, del fraccionamiento “Soto Innes”, dándose de nuevo las pesquisas cuyos resultados integrarían a la carpeta de investigación.
Esto dejó la zozobra de vecinos que observaron la llegada de personal policíaco y ministerial, que de nuevo tomaron el control del hogar, escenario de la desgracia familiar.
En su mensaje a medios de comunicación, el Gobernador de Veracruz, fue claro en decir que personal de Servicios Periciales, documentó probables mensajes en los que Jibraham, manifestaba la intención de acabar con la vida de su familia, basado en escritos y dibujos.
Dejó en claro que la línea de investigación, deduce que el sujeto asfixió a la dama, incendió el colchón y generó el monóxido de carbono que acabó con la vida del hijo de ambos.
Acto seguido la persona de profesión psicólogo se privó de la vida, sin precisar la manera, aunque trascendió fue mediante la misma asfixia para lo que habría usado un cincho.
Las indagatorias ministeriales, arrojan que Jibraham, era paciente psiquiátrico, dado a su asiduo consumo a estupefacientes y lo que en más de una ocasión lo llevó a estar internado en centros de rehabilitación.
No obstante, habría perdido su empleo tiempo atrás, derivado al problema con las drogas y alcohol. Cabe mencionar que los cuerpos, quedaron a disposición de las familias que los identificaron y reclamaron para ser inhumados madre e hijo, mientras que el presunto responsable fue separado de estas acciones.
Como se dijo desde un principio, quedó descartada la posibilidad de un robo, pues las chapas no estaban forzadas ni tampoco hacían falta objetos de valor.
Fue la madre de la misma Gretel, quien procedente de la capital del estado, Xalapa, tuvo acceso a la morada para darse el hallazgo, surgiendo las referencias de violencia intrafamiliar.