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Nacional

Es la tercera vez que se inunda, han hecho reparaciones “absurdas”: enfermera de Hospital de Atizapán

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AGENCIAS

“El agua empezó a salir de las coladeras de la calle y luego de las de adentro (del hospital)”, narra Teresa Jiménez, enfermera general en el hospital Salvador González Herrejón, mismo que quedó inundado por las fuertes lluvias que azotaron el Estado de México la tarde noche de ayer.

En una serie de videos tomados por la enfermera y publicados en facebook por su sobrina, se aprecia que los pisos del hospital quedaron inundados en medio de cirugías y mujeres en labor de parto, con un ánimo de preocupación, pero con una reacción de salvaguardar a los pacientes, algunos incluso intubados por Covid-19, personal de salud del hospital de Atizapán logró su cometido pese a las condiciones.

“Ya ha pasado en años anteriores. Es la tercera vez que se inunda, de hecho nos dijeron desde la segunda vez que el hospital podría cerrar”, relata Teresa Jiménez, quien terminó sus labores cerca de las 02:00 horas, pues todo el equipo apoyó cargando a los pacientes al primer piso del hospital ya que los servicios de Protección Civil y ambulancias no podían llegar por las severas afectaciones en los caminos por la intensa lluvia.

“Lo que pudimos salvar, lo salvamos.Equipos y cosas así para los pacientes. La prioridad eran los pacientes”. La enfermera dice que hay preocupación por el cierre del hospital aunque no han recibido otra información sobre el futuro de este, “aquí viene mucha gente, de Chiconcuac, de Texcoco, incluso de la Ciudad de México”.

En el momento de la lluvia se atendía a pacientes graves, adultos jóvenes -entre los 40 años, asegura Teresa Jiménez-, y había mucha preocupación porque ocurriera algún corto circuito. “Las personas que han arreglado las instalaciones en las otras inundaciones han hecho cosas absurdas. Las conexiones de luz nos llegan abajo de la rodilla, nos preocupaba que el agua llegara hasta ahí. Las instalaciones de luz están puestas como si fueran para casa, el cableado como de casa; aquí tenemos muchos equipos y muchos pacientes”.

Aunque intentaron sellar las zonas donde se filtraba el agua, fue imposible detenerla, mientras tanto familiares de pacientes, personal médico y administrativo subía incubadoras. Aunque subieron a bastantes pacientes graves, “hubo algunos que ya no se pudieron subir, como seis, por los ventiladores. Arriba teníamos que estar acomodando y checando a los pacientes que teníamos con diálisis”.

Bastante tiempo después y cuando la lluvia dio tregua, empezó a llegar personal para realizar el desagüe y darles indicaciones de cómo acomodar a los pacientes. La mujer, con 30 años de servicio como enfermera y 55 años de edad, espera que a su regreso al hospital este pueda seguir dando servicio, pues la cantidad de personas que ahí se atienden “es mucha”, y espera que en lugar de cerrar puedan arreglar las instalaciones.

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