“Perdóname papá, mamá pero ya no aguanto”

AGENCIAS

“Perdóname papá, mamá, quise hacer las cosas bien, pero ya no aguanto”, se leía en la carta póstuma que Agustín dejó en la mesa de la sala; su cuerpo, fue hallado detrás de la puerta, colgado de un hamaquero la noche del miércoles.

Pascuala caminaba junto a su madre Gabriela, en la cabecera municipal, realizaban algunas compras, los víveres de la semana entre otros objetos para el gasto de la casa, cuando su celular la alertaba de un mensaje de texto, era su hermano Agustín que se despedía de ella.

CARTA PÓSTUMA

“Perdóname por lo que voy hacer”, leyó al abrir el WhatsApp, la sangre se congeló en Pascuala quien enseñó el teléfono a su madre; sin titubear habló a Juan Armando, integrante de la familia para que corriera a casa en la ranchería el Macayo y Naranjo segunda sección y buscara al joven de 15 años que se había quedado solo en la vivienda, ellas apresuraron el paso.

Serían las ocho de la noche cuando llegaron. “¡No, porqué!”, fueron los primeros gritos que escucharon Gabriela y Pascuala quienes al entrar, observaron a Juan Armando que se arrastraba por el suelo, llorando y gritando; al levantar ambas la vista, ahí lo vieron, Agustín estaba colgado junto a la pared.

Las causas que lo orillaron a tomar la fatídica decisión, aún son desconocidas para la familia, solo una carta fue hallada sobre la mesa en la que el quinceañero indicaba no aguantar una situación por la cual atravesaba; así se consumó el suicidio número 99 del 2022.