Mi sangre”, Arturo Núñez, murió esperando que Carmen Medel hiciera cumplir la ley, y les pagara los sueldos caídos

**El empleado formó parte del departamento de Limpia Pública

**Como muchos, el estrés y preocupación lo invadió, murió repentinamente por un infarto

REDACCIÓN-CI

Minatitlán, Ver. Arturo Gómez Núñez el “mi sangre”, era parte de los 500 trabajadores que el día 17 de enero decidió sumarse a la huelga convocada por el Sindicato Único de Empleados Municipales (SUEM).

Como muchos otros, reclamó desde un principio al Gobierno de Carmen Medel Palma, los derechos laborales y respeto al oficio que desempeñaba.

Ocho meses más tarde Arturo fue blanco de la tristeza, estrés y preocupación que le invadió, junto a las deudas que dejó una huelga sin fin.

Siempre de la mano con su compañera de vida, con la mujer que decidió compartir los últimos años de su existencia, continuaba firme en la lucha sindical, firme a su convicción.

Un infarto fulminante acabó con los sueños del hombre de 49 años; tipo serio, amigable y solidario; persona a la que sus amigos se referían como “mi sangre”, pues de esa misma manera llamaba él a su prójimo.

Durante estos meses, “mi sangre” formó parte de la comitiva de inconformes, por lo que montaba guardias en la avenida Berlín de la colonia Miguel Hidalgo, al pie de la perrera municipal.

Y es justo ahí, en esa improvisada carpa en la que sus amigos, compañeros y allegados colocaron un altar en honor al empleado caído.

“Él era fiel a la huelga, siento que el estrés y problemas económicos es lo que detonó un poco en su enfermedad, a todos nos sorprendió, yo compartí con él turnos en la noche, en la huelga, pero llegaba bien, no se veía que estuviera enfermo…nos sorprendió, cuando nos avisaron de eso, no lo creíamos”, declaró Williams Hernández, uno de los huelguistas y compañero de “mi sangre”.

Agregó que: “Era uno de los que seguía firme y dispuesto a luchar hasta que nos diera la razón, ya no tanto la ley, porque nos asiste la razón, sino que la señora presidenta es la que no quiere solucionar el problema”.

Hoy solo queda tristeza, una viuda que llora la partida de su amado, y la familia de sangre que vivirá con el recuerdo de la ausencia de uno de sus integrantes.

A ocho meses del inicio de la huelga, la alcaldesa Carmen Medel Palma vivirá con el cargo de conciencia por el deceso del trabajador, sumado a los reclamos, desprecio y repudio de gran parte de la sociedad.

En paz descanse, Arturo Gómez Núñez el “mi sangre”.

A su familia, pronta resignación.